lunes, 20 de octubre de 2014








Beato Papa Pablo VI, promotor de la liturgia renovada

Ayer en la mañana de Roma el Santo Padre Francisco ha beatificado a Papa Pablo VI (Giovanni Baptista Montini) que guió a la Iglesia a continuar el Concilio empezado por su predecesor San Juan XXIII (1963-1978). El Papa Pablo VI fue un cristiano de una formación erudita, de una sensibilidad exquisita y de un temperamento muy valiente y audaz, a pesar de su connatural físico frágil (siendo muy joven entró al Seminario de su Brescia natal y al tiempo tuvo que residir en casa de sus padres por lo delicado de su salud). Sus homilías eran de extraordinaria elocuencia, claridad e intensidad. Sus escritos antes de ser Papa y siéndolo fueron de una pluma de una fineza única.

El Santo Padre Francisco en la homilía de la Santa Misa cita una frase que habla muy bien de su talante espiritual:  «Quizá el Señor me ha llamado a este servicio no porque yo tenga aptitudes o para que gobierne y salve la Iglesia en las presentes dificultades, sino para que yo sufra algo por la Iglesia, y aparezca claro que es Él, y no otros, quien la guía y la salva».

Pero en este blog lo traemos a colación por ser también un promotor de la auténtica liturgia renovada por el Concilio Vaticano II, a pesar de las calumnias que se han levantado contra él. No sólo entendía lo que era la liturgia en su sentido más profundo, sino en su arte reverente y exquisito de celebrarla; sin excesos ni manipulaciones celebraba con mucho amor y reverencia la liturgia pontifical. Fue uno de los impulsores de la renovación de la liturgia papal para que se purificara de ritos y manifestaciones que no tenían ninguna relación con el ministerio del Sucesor del Apóstol Pedro.

Su fiesta se celebrará el 26 de setiembre, dia de su nacimiento. Demos gracias a Dios por su testimonio de fe en Jesucristo y de amor a la Iglesia. S.S. Paulus VI, ora pro nobis


viernes, 12 de septiembre de 2014






Fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz

Este domingo 24 del tiempo ordinario coincide con esta fiesta del Señor inscrita en el Calendario General de la Iglesia y por eso se celebra desplazando al domingo. 

Es una de las celebraciones de la Cruz a lo largo del año litúrgico, siendo las otras el Viernes Santo, en donde la Cruz se celebra como el lugar del Sacrificio Redentor del Señor dentro del Sacro Triduo Pascual y el 3 de mayo.  La fiesta de este domingo nos recuerda la captura del “lingum crucis” por el rey cristiano Heráclito que había sido robada por los persas en el año 628. Mientras que la del 3 de mayo de más arraigo popular en el Perú y de influencia española,  nos recuerda el hallazgo del “lingum crucis” por Santa Elena cerca al Gólgota en el 326.

La liturgia la celebra como el nuevo árbol que nos dio el fruto más precioso del cielo, al mismo Redentor que murió por nuestra salvación y descanso sobre ella. Es celebrar también que por medio de la Cruz y la muerte del Señor podemos participar de la Vida y la Victoria pascual.

Por ello es que es una Cruz gloriosa, exaltada por la acción de Dios, por ello es el símbolo por excelencia del cristianismo “Nosotros hemos de gloriarnos en la Cruz de Nuestro Señor Jesucristo”

lunes, 16 de junio de 2014





Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote

Esta fiesta que se celebra el jueves después de la Solemnidad de Pentecostés, en donde festivamente se recuerda la institución del Sacramento del Orden Sagrado y cómo fue voluntad del Salvador de participarlo a algunos de sus discípulos para que prolongasen su servicio amoroso y sacramental. Los que lo hemos recibido en la Iglesia,  lo hemos recibido inmerecidamente, como un Don no por nuestras buenas obras sino  por bondad del Señor que es el Sumo y Eterno Sacerdote de la Nueva Alianza que se ofreció al Padre por nuestra salvación. El sacerdocio ministerial está al servicio del sacerdocio común de los fieles, el ministro es un servidor de Cristo para los demás

Ser de los ministros del Señor “in persona Christi Capitis” sea como diácono, presbítero u obispo es prolongar el servicio salvífico del Señor para los demás bautizados, ser un ícono de Cristo Salvador para los demás. Como lo dice la colecta de la misa de este día,  pidamos por todos los ministros ordenados para sean buenos administradores de los dones del Señor

sábado, 19 de abril de 2014





         “Ha resucitado,  tal como había dicho” (Mt 28, 6)
El Señor Jesús nos ilumina con su luz y su alegría
“Feliz Pascua de Resurrección”
        Algunos apuntes sobre el Domingo de la Resurrección







Domingo de la Resurrección: Tercer día del Triduo Pascual


I)             Sentido de la liturgia

Vigilia Pascual  
Esta vigilia de la noche del sábado nos introduce de lleno a celebrar la Victoria del Señor en la Resurrección,  es saber con fe que es el  triunfo de la gracia sobre el  pecado, de la luz sobre las tinieblas. Esta vigilia es la solemnidad de las solemnidades pues es ya celebrar y alegrarnos por el triunfo de Jesús sobre la muerte que es fundamento de nuestra fe cristiana. Esta celebración es ya celebración del Domingo pues la fuerza del símbolo implica que es una noche en vela para celebrar la fiesta de la Resurrección, culmen del Triduo Pascual.

Por ello es que aparece la luz que vence las tinieblas, la gracia que vence el pecado; por ello es que empieza la liturgia con un lucernario y somos precedidos por el Cirio Pascual que representa a Cristo Resucitado. Todo evoca alegría y plenitud pues celebramos el misterio de nuestra fe; se tocan las campanas en señal de alegría, se vuelve a cantar el himno del Gloria que no se ha cantado durante la Cuaresma, se entona el Aleluya, se prenden todas las luces, la Iglesia está magníficamente adornada; sigue el canto del Pregón pascual y la liturgia de la Palabra en donde se nos narra toda la historia de la salvación, desde la creación hasta la Resurrección para hacernos entender que este misterio ilumina y engloba toda la historia de la salvación. Después viene la liturgia del bautismo, en ella se celebra si se puede bautismos de adultos o de niños, pues nos evoca una verdad fundamental: nosotros participamos de la Resurrección de Cristo por medio de nuestro bautismo. Por ello si no hay bautismos igual se evoca este sacramento con la bendición del agua y la aspersión sobre todos los presentes. 

La liturgia eucarística es la parte culminante de la celebración, hoy se celebra la Eucaristía, que es el triunfo pascual del Señor, esta es la Eucaristía del Triduo Pascual y se hace con toda solemnidad para hacernos tomar conciencia de que Cristo ha muerto, pero ha resucitado y está aquí con nosotros.

Al final se canta a la Virgen de la Esperanza el canto del Reina del cielo (en latín Regina Coeli)  para compartir con ella la alegría pascual.

Domingo de la Resurrección

Esta celebración es prolongación de la Vigilia, celebramos el día en que resucitó el Señor y nos llena de alegría por su presencia. Esto se celebra con toda solemnidad y alegría, pues aunque es lo mismo que celebramos todos los domingos, este día reviste una especial significación pues venimos acompañando a Cristo desde su Muerte, Sepultura y ahora alcanzamos su Resurrección. Todo en esta liturgia se reviste de fiesta, de alegría, de esperanza y se prolongará durante los cincuenta días del tiempo de Pascua que empezamos a celebrar desde hoy hasta el Domingo de Pentecostés.     

II)            Algunas indicaciones:

Hoy se puede ganar la Indulgencia Plenaria con las debidas disposiciones y renovando las Promesas del Bautismo en la Vigilia Pascual; como ya estamos celebrando la Resurrección del Señor desde la noche del sábado, no es necesario participar de la misa el día de mañana los que han participado de la Misa de la Vigilia